Al-Sharaa en la Casa Blanca: Trump elogia al presidente interino de Siria como un "tipo duro".


Anteriormente un terrorista buscado, ahora un invitado de Estado en la Casa Blanca: el presidente interino de Siria, al-Sharaa, se reúne con el presidente Trump durante su visita a Estados Unidos. Promete apoyo en la lucha contra el ISIS.
Por primera vez desde la independencia del país en 1946, un jefe de Estado sirio visita Washington. El presidente estadounidense Donald Trump recibió en la Casa Blanca al presidente interino de Siria, Ahmed al-Sharaa. "Es un líder muy fuerte", dijo Trump sobre el exyihadista al-Sharaa tras la reunión. Trump elogió la fortaleza de al-Sharaa. "Viene de un lugar muy difícil y es un hombre duro", afirmó el presidente estadounidense. Quiere que Siria tenga "mucho éxito". Al-Sharaa "puede lograrlo, estoy convencido de ello", añadió Trump.
Tras el derrocamiento del antiguo gobernante Bashar al-Asad, Trump ya había suspendido las sanciones estadounidenses contra Siria en mayo. Esta suspensión se ha prorrogado ahora por otros 180 días. El Departamento de Estado de EE. UU. aboga por el levantamiento total de las sanciones impuestas en 2019. Sin embargo, esto requiere la aprobación del Congreso estadounidense.
Siria se une a la coalición contra el EIIncluso antes del anuncio, el Representante Especial de Estados Unidos para Siria, Tom Barrack, había declarado que Siria se uniría a la coalición liderada por Estados Unidos para combatir a la organización terrorista Estado Islámico (EI). El Secretario de Información, Hamza al-Mustafa, escribió en Twitter que Siria había firmado un acuerdo de cooperación correspondiente. Trump se negó a confirmarlo, y tampoco quiso decir si Al Sharia firmaría un pacto de no agresión con Israel, el antiguo enemigo de Siria. El EI ocupó amplias zonas de Siria y del vecino Irak en 2014. En ocasiones, el grupo terrorista controló aproximadamente un tercio de Siria y el 40% de Irak. Aunque se le considera militarmente derrotado, se estima que unos 2.500 combatientes del EI siguen activos en ambos países, perpetrando ataques.
El ministro de Asuntos Exteriores, Asaad al-Shaybani, quien también fue recibido en la Casa Blanca, calificó la reunión de constructiva. Afirmó que llevaba meses preparándose. El Ministerio de Asuntos Exteriores también declaró que ambas partes acordaron una hoja de ruta para la cooperación. El objetivo es restablecer las relaciones diplomáticas a nivel de embajadores, reabrir las instituciones conjuntas y fortalecer la cooperación política y económica.
Contrario a la práctica habitual, la reunión entre los dos líderes tuvo lugar lejos de las cámaras. «El presidente sirio ha llegado a la Casa Blanca», fue el único comunicado oficial de Estados Unidos. «La reunión entre el presidente Trump y el presidente al-Sharaa ha comenzado». La presidencia siria publicó fotos de Trump en el Despacho Oval estrechando la mano de un sonriente al-Sharaa. Tras la reunión, al-Sharaa descendió de su caravana frente a la Casa Blanca para saludar a sus simpatizantes.
Estados Unidos quiere limitar la influencia de Irán.Al-Sharaa fue retirado de la lista de organizaciones terroristas de Estados Unidos el viernes, lo que posibilitó la visita con Trump. Un día antes, el Consejo de Seguridad de la ONU, a iniciativa de Washington, había votado a favor de levantar las sanciones contra el exyihadista. La milicia islamista HTS de Al-Sharaa es una antigua rama de Al Qaeda, pero se separó de la red extremista hace años. Desde que asumió el cargo, el presidente interino se ha esforzado por proyectar una imagen más moderada y obtener reconocimiento internacional.
El viaje de Al-Sharaas a Washington se considera otro hito en la historia de Siria tras la caída de Assad. Los analistas lo califican como un punto de inflexión en las relaciones entre Siria y Estados Unidos. Este último también busca contener la influencia de Irán en Siria. La República Islámica y sus milicias aliadas fueron uno de los aliados más importantes de Assad.
Las acciones y la dirección del gobierno interino en Siria son objeto de un estrecho seguimiento internacional. Los expertos observan una voluntad de avanzar hacia un cambio democrático, pero también critican los primeros meses del mandato del nuevo liderazgo. La protección de las minorías en una Siria profundamente dividida es una prioridad. Desde la caída de Assad, se han producido repetidos brotes de violencia, algunos con un saldo de cientos de muertos. Las fuerzas de seguridad del gobierno interino se han visto involucradas en ocasiones en estos brotes.
Fuente: ntv.de, ino/AFP/dpa
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